No les voy a hablar de valores monetarios, del cambio del dólar o del euro, o una cantidad de cosas sin sentido de ese tipo, ya estuve demasiado tiempo preocupado por el dinero y por suerte me di cuenta que no llegas a nada más que a querer más y más sin jamás sentirte satisfecho y sin poder disfrutar lo que llegaste a alcanzar.
Los valores a los que hago referencia son esas pequeñas actitudes o acciones que a uno le enseñaron de chico, que uno tomo por costumbre y que se convirtieron en un hábito más con el paso del tiempo. Son esos pequeños detalles que tanto valoro en mi y en los demás, el ceder el asiento del colectivo, el dejar pasar primero a los demás, el decir gracias, y salud, el buen día cuando se entra a un local, todo eso que sigo haciendo y que me hacen sentir como un extraterrestre en lugar de hacerme sentir orgulloso por mi forma de actuar.
Hace unas semanas estaba cortado el centro porteño por uno vaya a saber que, así que me fui a la parada como todos los días, para lo cual tengo que caminar seis cuadras, al llegar una cola de cincuenta metros me hizo buscar alguna parada más accesible para poder tomarme el colectivo a La Plata y poder viajar sentado, ya que el viaje de dos horas parado sinceramente no lo aguanto más (estoy viejo, debo de admitirlo). En definitiva estaban todas las paradas saturadas, así que decidí ir a tomarme otra línea alternativa, para lo cual tuve que caminar alrededor de treinta cuadras para poder viajar cómodo. Cuando al fin logro subir al colectivo me siento en el último de los asientos disponibles. Al llegar a la siguiente parada subió una persona mayor, de unos ochenta años, con cara de cansado y medio rengueando, me llamó la atención que nadie le cediera el asiento, aún habiendo lugares reservados para gente de su edad, así que termine parándome y cediéndole el mío, aun a costas de haber caminado treinta cuadras de más y estar verdaderamente exhausto. Uno no hace las cosas esperando un reconocimiento del otro lado, pero un “mira vos” no lo considero suficiente para este gesto de bondad de mi parte (me sentí realmente estafado). Que pasa con los gracias, que, esa palabra no se usa más, se sacó del vocabulario, no me digan que es una cuestión generacional porque este hombre tenía varias generaciones y ninguna agradeció. Que debe hacer uno en estos casos, hacerle el sota y mirar para el costado, fingir estar dormido hasta que llegue al siguiente lugar.
Se ve que la gran mayoría no esta acostumbrado a las buenas acciones del prójimo. Lo más interesante que me paso fue en un supermercado chino, la cajera solo sabía decir los números y el gracias, nada más, nunca la vi sonreírse, preguntar a nadie como esta, ni siquiera te mira a los ojos, es un robot sin consumo eléctrico. Hicimos nuestras respectivas compras, le pago, me da el vuelto y noto que me había devuelto de más, así que le dije “disculpe se equivocó”, y me miro como asombrada y medio con ganas de pelear, “la compra salía tanto y me estas devolviendo de más, me estas regalando plata”, no les puedo explicar la carcajada de esa mujer con el posterior gracias sincero y auténtico, que pasa, que sucede por la mente de los extranjeros, se asombran que un argentino sea capaz de devolver dinero cuando no tiene la necesidad o fue un “mira este boludo lo que acaba de hacer, no se debe haber dado cuenta”.
Por suerte soy muy rápido para los números y más cuando se trata de dinero, y desde hace varios años devuelvo al vendedor cada vuelto de más (antes me hacia el distraído, pero realmente no vale la pena, uno se ahora unos pesos pero pone en juego el trabajo de los demás, nunca puede ser negocio) y siempre pero siempre es la misma reacción, desconfianza los primeros segundos, asombro al caer en la realidad, una sonrisa inocente que se les escapa, y un gracias automático y sin pensar.
Hace poco tiempo íbamos en el auto con mi novia, íbamos a doblar y había un señor mayo de edad empezando a cruzar la calle, así que frene y le hice una seña como que pase él, que yo lo esperaba. En tono agresivo el señor me hizo un gesto con la mano y me grito “Despacito, despacito”. Mas que despacito, a caso no viste que lo que hice era dejarte pasar, acoso no notaste que te estoy haciendo un favor y no te pido nada a cambio y encima me reprochas, estas son actitudes que llevan al fin a al cabo a una violencia física, dejando lo verbal para otro momento, agradezco por la caravana de autos atrás mío que no dejo que me frenase y bajase del auto por que todavía estaría en juicio penal.
A veces me paso de la raya y creo que realmente soy un boludo (como deben de pensar todos los demás). Cuando vamos a comer si se equivocan como lo que me traigan, si es pepsi en vez de sprite, y bueno, es lo mismo, y en sima les dejo propina y les agradezco por su mejor esfuerzo. ¿Será que realidad estoy equivocado, que me dejo pisotear, que me preocupo mucho por el prójimo cuando de mi tendría que preocuparme un poco mas? ¿Será que lo normal es pelearse por que se confundieron aceite de girasol con el de maíz en la ensalada, por que la gaseosa viene con dos hielos de más? ¿Será que el mundo ha evolucionado y no queda lugar para gente como yo o será que los valores de los que hablo expirando en su fecha de vencimiento y solo queda lo rancio y desagradable sin nada bueno de más?
miércoles, 5 de diciembre de 2007
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3 comentarios:
gran egú... la verdad q tu reflexión respecto a esto es excelente... y muchas veces uno piensa que se han vencido esos valores q trae desde dentro del hogar...
yo considero que no hay que perderlos porque lamentablemente la gran mayoría los haya dejado olvidados en el cajón... es muy triste ver a personas que no saben agradecer, o personas que desconocen la satisfacción de dar una mano brindando su comodidad a alguien que lo necesita más que uno... creo q se trata de una cuestión de respeto y de naturaleza; respeto porque todos pierden el respeto por los demás al no cederles un poco de humanidad y respetarles sus derechos o su condición que quizá sea inferior a la propia... y respeto también se pierde cuando no se agradece un buen gesto de otra persona... calculo que será porque todo el mundo piensa en sacar ventaja, y está tan obsesionado en ello que olvida q a veces hay gente q relega su propio bienestar por el de los demás...
pero también hablo de naturaleza porque no es sólo con los demás el hecho de que les importe un pito... a diario veo a gente que arroja un simple papel que bien podrían llevar en el bolsillo hasta depositarlo en el cesto más cercano, pero no, se hacen los estúpidos y lo tiran en la calle, por el solo hecho natural de la estupidez y de pensar q el mundo es suyo y de nadie más... pensemos entonces que si no respetan el propio lugar que pisan, que los alimenta, que les da vida, que los cobija, menos van a preocuparse por las demás personas ya que para ellos son un relleno que sólo puede (en todo caso), molestarles y entorpecer sus propósitos...
da para mucho todo esto egú... porque es lamentable y triste que día a día valga más y tenga más premio el imbécil que pisa cabezas, que aquél q considera como valiosa la existencia de los demás y la respeta porque para él naturalmente es así y de ninguna otra manera...
no dejes de ser así egú... yo me considero igual que vos en ese sentido, y de hecho tmb he pasado por experiencia similares; pero esas cosas hay que olvidarlas y permitirse seguir siendo el que es uno... los que tienen esa actitud de mierda con el mundo, también la tienen con su propia vida, y eso ya es sufieciente pesar... no te permitas convertirte en lo mismo porque, como vos dijiste, vas a empezar a sentir que el olor a podrido está saliendo de tu propia ropa...
un gran abrazo es el que te mando y prometo...
y creo que amerita esta cuestión más entradas en el blog que sea...
nos vemos... y no olvides enseñarle a tu toda la sabiduría que tenés con vos...
quito.
http://brodeldiome.blogspot.com
aclaración:
"no olvides enseñarle a tu HIJO tosa la sabiduría que tenés con vos"
quito.
Te acordás el otro día que fuimos a comer al "Matambrito" y se equivocaron en la suma final?
Le dijimos al mozo esto, simplemente porque creímos que era lo más justo. Tal vez se lo hubiesen descontado a él si se daban cuenta o seguramente si hubiese pasado al revés hubiesemos pataleado.
Entonces, el gentil mozo nos agradeció que hayamos tenido la gentileza de indicarle el error, siendo que ibamos a pagar de más pero él no iba a salir perjudicado.
Ah, no... esperá... ahora que me acuerdo el chabón dijo "ok", se llevó la cuenta y volvió con un "son 75".
Que hijo de puta!!! Un gracias aunque sea. Un "uh, menos mal", "que boludo, me equivoqué" o algo.
Es verdad que uno no hace las cosas por el agradecimiento, pero también es cierto que uno se pregunta si se justifica hacerlo, cuando del otro lado a nadie le importa.
Sigamos haciéndolo, Egu. Tal vez algún día se valore...
Abrazo grandísimo
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