jueves, 26 de julio de 2007

Mis vacaciones cuarta y última parte

Cuando volvimos de compras de la zona residencial de ciudad del este, nos preparamos para la vuelta, pasamos a buscar a aquellas personas que no fueron a la excursión, compramos víveres en un supermercado para la vuelta y retomamos. Como todas las vacaciones tuvimos demoras en la aduana, pero estábamos acostumbrados. Al llegar a la ciudad de Puerto Rico (a unos doscientos kilómetros de la aduana) el coordinador empezó a repartir los documentos de cada uno, los cuales tenía en su poder para hacer los trámites en la aduana. Resulta que se habían extraviado dos permisos de los padres de dos chivos menores de edad para poder salir del país. Como había varios abogados en el grupo nos explicaron que esos permisos se usan para traficar menores, pasándolos de un país a otro para venderlos del otro lado. Como era de esperarse, ante semejante explicación y viéndonos demasiado lejos de la aduana se decidió concurrir a la comisaría más cercana a hacer la denuncia correspondiente. Así que le colectivo se estacionó en una plaza del pueblo y los padres de los menores junto con el coordinador se fueron a hacer la denuncia. Luego de tres horas de espera retomaos el viaje. Para esto se canceló la cena por falta de tiempo.
Un detalle no menor es que, si se acuerdan, el baño fue clausurado al llegar a Brasil, bueno, lo habilitaron para la vuelta pero era inusable, si bien estuvo cerrado, no estuvo limpio, después de varios días de concentración había que ser muy valiente para acercarse (a parte no se olviden que no andaban las maquinas de bebidas, el aire acondicionado no funcionaba y demás).
En un determinado momento me desperté a causa de gritos de amenaza de uno de los pasajeros. Resulta que el muchacho era colectivero, y según su conocimiento, en todo viaje de larga distancia tenía que haber dos choferes los cuales deberían realizar turnos rotativos de 4 horas cada uno. Bueno, en nuestro viaje de vuelta contábamos con un solo chofer el cual estaba despierto manejando el colectivo desde las siete de la mañana (ya era de media noche, si hacen las cuentas son unas cuantas horas de más) sin parar ya que él fue el que nos llevó a ciudad el este. A parte no la unidad contaba con un cartel de “velocidad máxima permitida superada” la cual se encendía en todo momento incrementando la histeria colectiva. Sumemos a esto que las rutas de misiones tienen subidas y bajadas muy pronunciadas y curvas que hacían que el colectivo de dos pisos pareciese que iva a darse vuelta de un momento para el otro.
Cuando se despertaron todos los pasajeros empezó un griterío colectivo, todos histéricos tratando el que se detenga el colectivo. Pasábamos por los puestos de gendarmería y todos golpeaban las ventanas gritando que detengan al chofer. Hasta hubo varios de los pasajeros que llamaron a la empresa de viaje reclamando por sus vidas y alertando de la conducta del chofer. A esta altura era todo un descontrol y yo lo único que quería era dormir mientras mi novia me decía ¡Y vos no pensás hacer nada!. El que si quiso hacer algo fue el muchacho que nos alerto lo del chofer, fue a hablar con el mismo y termino con los dedos agarrados por la puerta que separa la cabina de los pasajeros. En ese momento empezó a tratar de tirar la puerta abajo, a romper el baño, a golpear los vidrios y a provocar al chofer verbalmente para que se detenga (no nos olvidemos del coordinador, el cual al ver que se descontrolaba la situación, se escondió en la cabina junto al chofer). La cosa fue que seguimos así por un buen rato hasta que por el camino notamos que se detuvo el chofer y subió alguien en la parte de adelante del colectivo. Seguimos nuestra ruta hasta que en un pueblito de corrientes el colectivo se detuvo entre dos patrulleros, los cuales nos enteraríamos posteriormente que eran policías que fueron alertados por el chofer del colectivo de que había un motín en el mismo y que lo habían amenazado de muerte.
El personaje que subió en medio de la nada era el otro chofer que debería de haber estado en todo momento con nosotros. Como la policía vio a los dos choferes decidió que la culpa no la tenían ellos. Igual a esta altura todos los pasajeros querían hacer una denuncia formal hacia el chofer y hacia la empresa, por lo que dos representantes de cada grupo fueron a la comisaría del pueblo a hacer las respectivas denuncias (otras tres horas de espera, para esta altura ya estábamos batiendo record de demora).
De ahí en más se normalizó un poco el viaje, nos detuvimos a almorzar en la ruta (o a desayunar, o las dos cosas a la vez porque era la única parada que se hizo) y se continuó de manera tranquila (siempre y cuando no te diesen ganas de ir a baña estaba todo bien).
Al llegar a Buenos Aires, no se por que zona, se volvió a detener el colectivo y escuchamos la voz de nuestro amable coordinador por los alto parlantes (era la primera vez que se lo escuchaba desde lo del motín) deseándonos un muy buen final de viaje.
Como nosotros éramos de La Plata fuimos los últimos en llegar, luego de dejar a cada persona por cada zona de descenso correspondiente, luego de 37 horas de viaje.
Pero como es el lema de este blog, siempre se puede estar peor. A la semana nos encontramos con un piquete a la puerta de la agencia de viaje. Los que viajaron después de nosotros sufrieron una cantidad de peripecias mayores a las nuestras y asesorándose legalmente se presentaron con abogados, canales de televisión, radios y periódicos a hacerle un escrache a la empresa.
Desde hoy les prometo que nunca más voy a contratar a esta empresa (aunque sigan teniendo precios tentadores).

(Cantidad de errores detectados con el Word = 16)

2 comentarios:

Capitán Manija dijo...

egúu lo tuyo es fenomenal... y las vacaciones que has tenido superan las de cualquiera... alguien dijo una vez que las vacaciones no eran importantes por los días de hocio sino que tenían más que ver con las anécdotas que pueda uno contar de ellas... jaja... y vos tenés anécdotas para rato chaval...

te felicito por el blog egúu... está muy bueno, y se ve que sos vos 100%...

un genio...

abrazo.

Capitán Manija dijo...

jeje... tu amigo word me acaba de decir que "hocio" se escribe "ocio"

(cantidad de errores detectados por el word en este comentario ='1')

bue, no fue tan grande el comentario tampoco...