Otro año nuevo, otra navidad, otro reyes. Como siempre pasa
en estas fechas nos llenamos de compromisos, reuniones, despedidas, agasajos. Son
días que se viven muy rápidos, duran poco y nos dejan agotados.
Dentro de todo este trajín diario está el tema de los
regalos para los que tenemos chicos. Papa Noel y los Reyes esperan cartitas,
mails o mensajes de textos con los pedidos de los niños. Santi, acorde a su
edad, y sabiendo ciertos detalles ocultos para los más chicos, ya pide a
conciencia, hay cierta negociación y vivimos el momento sin grandes sorpresas y
sobresaltos. Uma con sus cuatro años y medio es todo lo contrario, ella sabe
exactamente lo que quiere, pero ¿cómo le explico que lo que quiere es una
locura?
El año pasado pidió una guitarra, la cual se la trajeron
(tanto de juguete con ruidos automáticos, como un ukelele de verdad para que
intente hacer música de enserio), luego fue un micrófono, lo cual también llegó,
estas navidades fue batería (¿de cocina? Le preguntaron varias personas, y ella
respondía moviendo las manitos ‘no no, la de hacer ruido, puf paf puf’). Después
de varios idas y vueltas, Papa Noel le trajo la batería, una chiquita pero
linda, 5 bombos, un platillo, los palitos y un banquito. Ella se sienta y
arranca puf paf puf, contenta haciendo ruido.
Ahora, a 28 de diciembre, le llegó el turno a los reyes. Santi
arrancó con ‘¿le puedo pedir a los reyes tal cosa?’, guiñándome el ojo, y ahí
salto la gorda.
-
Yo les voy a pedir una trompeta
-
Nah, déjame de joder con los instrumentos –
retruque - ¿qué querés, armarte la banda vos sola? Porque no les pedís algo más
normal, una muñeca, un disfraz, ¿no querés una casita para Tomacito? (Tomacito
es su bebote)
-
No, una trompeta, o un chanderman, o una pistola
de esas que son así y así.
Yo me la quedo mirando con la boca abierta sin saber que
decirle mientras ella se mata de risa y sigue con sus cosas haciéndose la distraída
y desviando el tema de conversación.
No entiendo de dónde sacó ese fanatismo por los instrumentos
musicales, en casa salvo yo que a veces hago ruido con el ukelele nadie toca
nada, no somos familia de músicos, es más salvo blus y rock and roll no se
escucha nada en la radio, pero de seguir así voy a tener que ir encargando un
arpa para el año que viene, porque se me están acabando las opciones de
regalos.
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