miércoles, 28 de mayo de 2014

El estafador

Alguna vez les conté de las facultades naturales que tiene Santi para negociar lo que quiere, como nos enrosca en su pedido (de una forma hermosa y elegante) para que le digamos que sí a sus demandas.

Lo que nos está pasando últimamente es que esta característica práctica de su personalidad la está empezando a utilizar en el colegio. El gran problema es que siento que estafa a sus compañeritos en vez de hacer un buen negocio con ellos. Cambia una figurita repetida (valor 1 peso) por un blade (trompo moderno con valor de 50 pesos), o una carta del mundial (valor 1 peso) por un muñeco (valor de 40 pesos para arriba), o un par de galletitas que haya llevado por varias figuritas que le faltan en su álbum, o simplemente se aparece con cosas que le dieron por una simple promesa de que al día siguiente les llevaría otra cosa a cambio.

Esta claro que es chico, que a esa edad no conocen muy bien el valor del dinero, que ellos quieren cierta cosas y no les cuesta nada entregar aquello sobre lo que están aburridos o cansados. Pero lo que me llama muchísimo la atención es que siempre el que sale beneficiado es Santi, nunca pierde en una negociación, siempre tiene todas las de ganar, y me pregunto, ¿hasta qué punto esto es fruto de la ignorancia de precios y valores de los objetos y cuánto es premeditado?

Todos los días se aparece con algo nuevo del colegio y todos los días lo mandamos a devolverlo al día siguiente. Alguien hizo un esfuerzo enorme para que ese nene pudiera tener un muñeco articulado de su superhéroe favorito y no es justo que Santi se lo quede por haberle ofrecido la figurita del escudo de Bosnia (que en cima la tenía repetida) a cambio.


No dudo que sus facultades sean positivas, que esto lo beneficiará a futuro, pero hasta que punto es justo, para el resto de los chicos, claro. 

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