El inventor

Hace rato que Santi me viene insistiendo con la idea de armar un robot. El quiere fabricar uno, que funcione, que ayude en la casa, uno estilo Citripio o Arturito (de la guerra de las galaxias). A veces se lo imagina que vuela, y a veces que me ayuda a pintar la casa. Le propuse armarlo con cajas y cartones, pero el tipito insiste en que sea “de verdad”, el quiere que su robot funcione, tenga vida, está convencido de que puede hacerlo.

Pero anoche me saltó con un producto nuevo, no uno copiado de una película o un dibujo animado, anoche Santi fue pura creatividad.

- Papi se  me ocurrió un invento
- Decime hijo
- Es un chicle adentro de una salchicha
- ¿Y para qué sirve eso?
- Lo agarras, lo tiras y se convierte en pelota
- ¿Y?
- Es para jugadores, del otro lado alguien le pega a la pelota
- ¿Y el chicle, y la salchicha?
- Te lo comes
- ¿Y qué gusto tendría el chicle, a salchicha?
- No, vienen distintos, el que vos quieras
- ¿Pero por ejemplo, cuál?
- A caramelo, a banana Split, a cerveza, el que vos quieras
- ¿Pero siempre con forma de salchicha?
- No, puede venir también con forma de caramelo o de chicle
- Me gustó tu invento, y ¿quién te lo va financiar? ¿Quién te va a dar la plata para hacerlo?
- No, vamos a una fábrica de chicles y le pedimos que nos den una máquina o las fabricamos ahí, como prefieras

Gran imaginación para los inventos Santi, si va a funcionar o no como un negocio no lo sé, pero está garantizado de que será único (como él).