martes, 3 de julio de 2012

Objetividad


Lo esperé a Santi con la cámara encendida, quería registrar cual sería su reacción al ver por primera vez a su hermana. Varios minutos antes, mi suegra (que lo cuidaba en su casa), nos había avisado que Santi estaba muy nervioso y ansioso, que no aguantaba más la espera, la cesara se había retrasado y no contábamos con que eso podía afectarlo tanto.

Lo vi ingresar por el pasillo con una sonrisa inmensa, en sus manos llevaba una bolsa un poco más chica que él, que contenía un cien pies de peluche que Santi personalmente había elegido esa mañana para su hermanita. Corría por el pasillo feliz, desparramando alegría con cada paso que daba al acercarse a la habitación.

A penas entró se quedó mudo. Es casi imposible mantenerlo callado a Santi, le encanta hablar, todo el tiempo, hasta en el mismo momento de dormirse el tipito sigue contando cosas de su día, de lo que vio en la tele, de lo que le dijeron en el jardín, inventa teorías fantásticas de lo que pasaría si el universo Star War se uniera al de los superhéroes de Marvel, y las comparte con todo el mundo. La maestra del jardín lo reta a diario porque no se calla ni un segundo, y hasta en la combi en la que viaja un nene de salita verde lo bautizó el charlatán y le dice a diario “no te soporto más, no paras de hablar un segundo”. Pero en el preciso momento en que vio a su hermana por primera vez, Santi enmudeció, algo había cambiado en su vida.

Saludo a su madre con un beso, y no podía apartar la vista de Uma. Le pedí que se sentará en la cama de al lado, y le coloqué a Uma en sus brazos. Ella lo miraba fijo y estiró un brazo (por efecto de un reflejo). “Mira, te quiere abrazar hijo, esa nena sabe que sos el hermano”, le dije. Santi me miró e iluminó la habitación con su sonrisa.

Pasaron los minutos y la hora de irse se acercaba. Alguno de los presentes le dijo “No te preocupes Santi, vos seguís siendo más lindo”, en modo de chiste. Santi se puso serio y respondió “No, Uma es mucho más linda que yo”. Ahí me di cuenta que Santi estaba perdido, se había enamorado de su hermanita a penas la había visto.

Si algo caracteriza al amor, es que nos hace perder la conciencia de la realidad, uno pierde toda la objetividad con respecto al ser amado, no puede pensar, razonas, analizar, solo siente. Se deja llevar por los sentimientos hacia la otra persona y el resto carece de sentido. El amor nubla todos los sentidos, pero toma mayor fuerza con el de la vista. En realidad no importa la apariencia de la persona, si la amamos, para nosotros, es la más linda del mundo. El amor puede ser de todo, menos objetivo.

Uma y Santi hacen una pareja divina, son los seres más lindo que vi en mi vida, y yo tengo la gran suerte de ser el padre de ambos.

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