lunes, 4 de junio de 2012

Uma

-          Umía
-          No, ni en pedo, yo soy el que la va a tener que inscribir en el registro civil, y Umia no le pongo
-          Uma entonces – dice Santi
-          ¿Mami, estás de acuerdo?  - le pregunto a la flaca
-          Sí, me gusta
-          Perfecto entonces, queda Uma

Santi eligió el nombre de su hermanita. No lo pensó mucho, ni dudó en su elección. Él tenía en claro lo que quería. Es original, de eso no caben dudas, pero esta vez no lo dejé ser del todo, le quité una i a su idea, para que suene a algo un poco más real.

Uma significa “Cabeza”, en quechua. Todavía no sabemos si porque va a ser una cabeza dura como su madre o porque va a ser muy pensante como su padre.

La única persona que conocía con ese nombre, hasta el momento de su elección, fue a la actriz de cabellos rubios de Kill Bill. Santi nunca vió esa película (aunque de seguro le hubiese gustado con tantas espadas y luchas en la misma) ni ninguna otra en la que haya actuado la actriz norteamericana, dudo que el nombre lo haya escuchado de ahí, estoy casi convencido de que se le ocurrió a él, aún sin saber que era un nombre válido.

Para el nombre de Santi, si nacía mujer, habíamos hecho una encuesta entre los amigos. Las opciones eran Agustina o Ariana (la segunda era mi candidata, la primera la de la flaca). Había ganado Ariana por 9 a 8, pero al ser varón terminamos poniéndole Santiago. A la hora de elegir el nombre de Uma, no hubo posibilidad de elección no voto, Santi tomo la posta en la decisión del nombre de su hermana, sin posibilidad a discutirlo.

-          Y Ariana? No habíamos dicho Ariana la vez pasada?
-          No, Uma
-          Pero Agustina? Aunque sea negociemos con Agustina
-          No, Uma
-          Busquemos un nombre nuevo, Sofía, Ortencia, Clarivel, fijémonos en internet, en los libritos de nombre, en alguna vidriera
-          No, Uma

Y quedó Uma nomás. El nombre me gusta, ya me acostumbré a repetirlo, es corto, fácil de memorizar. Lo que me molesta un poco es el diminutivo, no me gustaría que le terminen poniendo de sobrenombre “Empanada” a mi hija.

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