Al trabajar en sistemas, rodeado de ingenieros, licenciados, analistas, profesionales, técnicos, etc, etc, etc, una aprende a trazar objetivos, a corto, mediano o largo plazo, uno aprende a ponderar los mismos, darles importancia según su relevancia, aprender a enfocarse en los realmente importantes y críticos y en aquellos que pueden esperar. Llevo 5 años en esta profesión, y ya van 12 desde que entré a estudiarla, y algo sobre este tema pude aprender (más a fuerza de errores y reintentos, pero se aprende al fin).
En la vida no soy de imponerme objetivos, nunca dije “a los 18 me voy a vivir solo”, o “a los 25 quiero estar recibido”, ni ninguna de esas frases no pensadas que he escuchado a granel. En la vida dejo que las cosas pasen, me voy acomodando a las mismas e intento adaptarme a cada una de las casillas de este tablero que me toca jugar, dependiendo de los números que salgan en los dados gracias al azar.
Una sola vez me impuse objetivos, fueron ambiciosos y muy demandantes, y hace poco me di cuenta que cada acción que tomo cobra relevancia sobre el resultado de los mismos. El único objetivo que tengo en la vida es ser un buen padre para Santi.
Lo que sucede con esto es que cada acto que realizo o dejo de hacer influye sobre mi objetivo. Para ser un buen padre debo ser un buen marido, un buen hombre, un buen amigo, un buen empleado, un buen hijo, un buen nieto, un buen vecino, un buen ciudadano, una buena persona.
Alguna vez lo comenté, uno lo quiera o no es el principal ejemplo de su hijo, positivo o negativo, no importa, uno es la primera imagen que tiene ante sus ojos y la primer pantalla para definir lo que está mal de lo que está bien. Sin quererlo cada acción nuestra mueve su vida, si queremos que nuestros hijos sean buenas personas solo queda empezar a serlo nosotros.
Por momento pierdo la cordura, discuto con su madre (casi siempre por pavadas), insulto cuando manejo o miro fútbol (sobre todo siendo de River, se complican más las cosas), lo trato mal a Santi porque estoy cansado y cualquier pequeño detalle me saca de quicio, y sólo me doy cuenta cuando ya es tarde para volver atrás (“papi, ¿porqué el señor que manejaba ese auto era un pelotudo?”.
Si quiero cumplir mi objetivo en la vida debo cumplir cada uno de los otros, y eso es muy pero muy difícil (aunque no imposible).
El domingo tuve la esperanza de que estoy haciendo algo bien.
Estaba durmiendo cuando escucho los pasos de Santi. El tipito se había bajado de su cama, como a las 9 de la mañana y estaba abriendo la puerta del baño. Escucho que sube la tabla del inodoro, escucho como hace pis. Escucho que abre la canilla y se lava las manos y empieza a caminar hacia nuestra habitación. Escucho que se detiene en la puerta y se queda mirando hacia adentro (yo duermo del lado de la ventana, tapado hasta la cabeza, por lo que santi no me pudo ver). Escucho que se da media vuelta y se va hacia el living y grita “Papiiiii” esperando que yo le responda desde la cocina. Le grito “Santiiii” desde la cama, pero calculo que no me llega a escuchar, así que me levanto. Camino hacia el living intentando no hacer ruido y lo espío desde el Pasillo. Lo veo sentadito en el sillón, con un puchero enorme en los labios y cara muy triste jugando solo con sus pies. Le chisto, me ve, la cara se le ilumina, hace una sonrisa enorme y abre los ojos a más no poder. Salta del sillón y viene corriendo hacia mi, se me cuelga del cuello con un abrazo gigante y me da un beso enorme en la mejilla diciéndome “Papi, te extrañé”.
Aún hay esperanzas de que logre cumplir mi objetivo, aún hay esperanzas de que lo puedo lograr.
viernes, 29 de octubre de 2010
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3 comentarios:
jaja, que seas un buen padre o no será decisión de santi... en todo caso su aprendizaje será el de discernir entre lo q su padre hace bien o mal, y ahí cuenta el ejemplo, incluso cuando actuamos mal...
uno influye mucho calculo, más que nada en los primeros años, pero en definitiva el hijo termina siendo él mismo... si no cómo explicamos q no somos idénticos a nuestros padres?
je, tenés más q esperanzas, tenés certeza... porque el ojetivo creo q es que él sepa q velás por él, q lo amás... y eso lo sabe claramente si te extraña...
abrazo para la familia rondita...
q.
Diego, creo que la tuya es la preocupación de muchos de nosotros que somos padres también... pero creo que además de lo que decís, lo bueno es ser nosotros mismos, genuinos, con nuestros aciertos y errores que los debemos tener y muchos y con mucho amor para ellos, mucho. Y ellos pasarán por todas sus etapas, papás genios, papás no tanto, papás amigos, papás, que se yo... disfrutalo amigo!!! Son lo mejor!! Un abrazo grande.
Hola Diego,
siento que ves como tu pequeño va creciendo, se organiza para ir al baño y su higiene, parece tan simple! han recorrido un corto y largo camino... detras de la imagen percibo las columnas que sostienen todo el camino y para mi es una cadena de amor heredada y transmitida ... lidia
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