- Dame que lo abro.- Le digo a Santi, y le saco el triangulito de queso addler de la mano.
Santi se me queda mirando mientras intento encontrar la etiqueta de “Tire aquí”. Busco por un lado, busco por otro, nada, puro papel aluminio.
- Dame Papi, yo lo abro
- No deja hijo, sino no comemos más
- Dame.- me dice, y quiere sacármelo de la mano
- No hijo, ¿queres comer? Esperá
Me mira unos segundos más y se me tira encima del triangulito para sacármelo.
- ¡¡¡Dame eso!!!
- No, yo lo abro.- Me dice, y me pone cara de serio mientras me para con la mano izquierda y en la derecha sostiene el triangulo
- Ma si, hace lo que quieras
Revisa el triangulito unos segundos, y me dice:
- De acá
Toma una pequeña cintita roja que se deja ver desde una punta del queso y tira de la misma. Mágicamente la cintita empieza a cortar la tapa del embase y luego de tirarla del todo el queso aparece en su totalidad. Santi lo toma y me lo da.
La flaca desde la punta de la mesa, que observaba todo en silencio, le dice a Santi:
- La próxima vez enseñale a papi a cambiar la rueda del auto hijo, que siempre tiene que llamar al auxilio mecánico
Santi asiente con la cabeza y se empieza a armar un pan con queso para comer con la merienda.
Todos los días se aprende algo nuevo, pero que sea tu hijo de 2 años y medio quien te lo enseñe, no tiene precio.
viernes, 25 de junio de 2010
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