martes, 28 de julio de 2009

Controversia

Cerró el libro y suspiro. Las últimas letras de las últimas páginas del último capitulo le sonaban como eco aún en su memoria agotada por el tiempo. Prendió el monitor de su vieja 486, abrió el Word 97, sacudió las cenizas del teclado amarronado por el tiempo, y se dispuso a escribir las ideas que salpicaban su cerebro.
Siempre sucedía lo mismo con los textos que leía, las formas y los colores de los distintos autores lo motivaban a escribir de forma similar, así nació su cuento “Los 3 reyes de la antigua China” con alusiones metafísicas características de la obra de Borgues, “El puente de la bahía gris” con una característica tendencia a describir las escenas al mejor estilo Cortazar, “¿Quién dijo que las medialunas de grasa son mejores?” con el humor desopilante típico de José Playo y “El vuelo del Anestasi” donde una serie de incoherencias literarias y divagaciones mentales dejan notar la gran influencia del Lic. Demaestri.
… observar su suave piel …
…su delicado perfume…
… su irresistible color…
… obtener lo mejor de su cuerpo…
Le gustaba tirar frases al azar y luego conjugarlas para formar una obra de arte.
… un leve placer sentí en la mano al acercarla…
… desnudos…
…no pude apartar mis labios del cuerpo…
…me hizo sentir un adolescente en su primera vez…
Cuando escribía nada lo detenía, su concentración era total y sus pensamientos viajan al lugar de los hechos.
…no me dio posibilidad a resistirme, imposible decirle que no…
…me convirtió en su esclavo y me encantó hacerlo…
Separó la silla del escritorio y observó el pestañar del monitor desde otro ángulo. Se sintió satisfecho.
Al día siguiente, a primera hora, se dirigió al diario para el que trabaja. Su feje, luego de leer las líneas se rascó la nariz (siempre se rascaba la nariz cuando algo lo ponía nervioso), se sacó los anteojos y le preguntó “¿estás seguro de publicar esto?, me parece muy fuerte”. La decisión estaba tomada, él no elegía su destino, la inspiración lo guiaba en este camino y hasta el momento nunca había errado el sendero.
Al día siguiente se publicó su último texto. Los críticos lo denominaron “abominación”, “insulto”, “desperdicio de tiempo y esfuerzo”, “injurias”, el escritor se sentía satisfecho. Este fue su último escrito:

Asado al durazno con azúcar negra

Ingredientes:
2 kilos de asado
6 duraznos dulces
Una taza de azúcar negra
Sal parrillera

Preparación:
Quitarle toda la grasa posible al asado, solo se debe observar su suave piel a la distancia, tapar en sal y dejar media hora reposar en la heladera. Cortar los duraznos en finas rodajas, sentir su delicado perfume, observar su irresistible color, taparlos con azúcar negra y dejarlas reposar para obtener lo mejor de su cuerpo.
Depositar el asado en la parrilla, comprobar el fuego, un leve placer debe sentirse en la mano al acercarla, pero no debe quemar ni saturar el calor. Dejar cocinar por media hora. Pasado el tiempo dar vuelta el asado y depositar los duraznos desnudos sobre la carne cruda, bañando completamente el asado con el almíbar sobrante. Tapar con una fuente y dejar cocinar media hora más.
Servir acompañado de papas naturales con perejil y oliva.

Resultados:Al principio la mezcla de gustos me chocó en el paladar acostumbrado al típico asado argentino, pero luego del segundo bocado no pude apartar mis labios del cuerpo de la preparación. El gusto único de la combinación de sabores tan distintos me hizo sentir un adolescente en su primera vez en una mesa de quesos, la combinación perfecta de texturas y colores no me dio posibilidad a resistirme, imposible decirle que no a algo que hasta el momento resultaba desconocido para mi larga vida. Esta receta única, audaz y controversial a la larga me convirtió en su esclavo y me encantó hacerlo para todos uds. Espero que la disfruten tanto como yo.

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