viernes, 29 de mayo de 2009

Cadena

- Buen día José
- Buenas María. Temprano para Ud, ¿quiere que le llame algún taxi?
- No gracias, tengo turno con el médico, atiende a unas cuadras de acá. Gracias de todos modos
- ¿Se siente mal?, ¿puedo ayudarla en algo?
- No José, es un simple turno con el ginecólogo nada raro, gracias de todos modos. Después nos vemos.
- Que tenga buen día.

El portero del edificio continuó barriendo la vereda, mientras seguía observando como la joven del 8vo C se alejaba por la avenida cuesta abajo. “Está más gordita”, pensó y continuó con su trabajo.

- Buen día José, ¿alguna novedad?
- Buen día doña – saludo el portero a la Sra del 4to A – No nada nuevo, salvo que puede ser que seamos uno más en el edificio.
- No me diga, ¿Quiénes son los afortunados?
- No tengo nada confirmado, pero la chica del 8vo estaba muy apurada por ir al médico esta mañana, y ni hablar que se casaron con el Rubio ese hace tan sólo unos meses, para mi que ya hicieron el encargo.

La Sra, bajó al piso al caniche toy que traía bajo el brazo, y se dirigió con paso lento y pausado a la Farmacia del barrio.

- Buen día Carlos, necesito estos remedios.
- Buen día Doña, ya se los traigo.
- ¿Se enteró lo de los chicos del 8vo?
- No, ¿que les pasó?
- Parece que van a ser padres, y se lo tenían bien guardado.
- Mire usted, con razón la chica estaba viniendo tan seguido.

En farmacéutico cerró al mediodía y se fue a disfrutar del plato del día en “Mi Langa” Restaurant.
- Buen día Carlos, ¿lo de siempre?
- Lo de siempre
- ¿Para tomar?
- Hoy vino, estoy brindando por un nuevo integrante del barrio
- No me diga, ¿y quienes son los afortunados?
- Los del edificio de enfrente a la farmacia, los del 8vo
- ¿En pibe gordito y la chica rubia? ¿Pero están casados?
- Hace muy poco, parece que fue de apuro la cosa.
- No me diga, con razón la cara de susto del gordito, bien turro resultó ser.

El mozo del restaurante pasó a buscar a su novia por la puerta del edificio.
- Hola amor, ¿Mucho laburo?
- Algo, buenas propinas por suerte. ¿Te enteraste lo de los pibes del 8vo?
- ¿No, que pasó?
- Parece que el pibe dejó embarazada a la chica y que si no se casaban el suegro lo mandaba a empalar en el monte.
- Con razón estaba más godita la chica, se le estaba empezando a notar la pancita

A la mañana siguiente Santiago tropezó con la chica que limpia en el edificio, porque como siempre ya llegaba tarde al trabajo.
- Uh, disculpa Flora, no te ví.
- No se haga problema, entiendo por lo que debe estar pasando.
- ¿A que te referís?
- Lo del embarazo, lo felicito.

Santiago entro corriendo al departamento con un ramo gigante de rosas en un brazo, una caja de bombones en el otro y una sonrisa de oreja a oreja.
María al verlo entrar pensó: “tanto espamento porque me fue bien en el papanicolau, que exagerado”.

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