viernes, 31 de octubre de 2008

Problemas genéticos de otro tipo

Hace poco mi mujer me miró sorprendida y me dijo “Diego, ¿esto que tiene Santi es un lunar?”, y sentí el golpe de ver que uno de mis mayores defectos (físicos, de los otros hay peores) se traslado a mi hijo, mi problema de piel.
Desde que tengo uso de razón que tengo lunares en el cuerpo, todos tenemos lunares, quién no (pero los míos difieren mucho de la belleza del que tiene Cindy Crawford cerca de la boca). En mi caso la cantidad de los mismos superan las 3 cifras (en algunos de esos tiempos de ocio muy prolongados me los puse a contar y superaban las 120 unidades) y aumentan en cantidad día a día. La mayoría son benignos, simples manchitas en la piel que hasta a veces pueden ser simpáticas y atractivas (cortan el blanco leche de mi piel), pero otros pueden llegar a convertirse en melanomas (un cáncer de piel muy peligroso).
Luego de mi primer visita al médico por este tema, comenzaron las operaciones preventivas (te rebanan un pedazo de espalda para estudiarlo), ya que una vez afianzado el melanoma es muy difícil y peligroso de extraer (llevo más de 20 operaciones, todas por prevención, hasta el momento nunca encontraron un melanoma).
Este, como tantos otros problemas físicos que poseo, los heredé de mi padre. A él le sacaron de la espalda un melanoma clase 2 (si, se dividen en clase, como los tornados o huracanes), el cual podría haberse convertido en algo muy peligroso y hasta mortal si se hubiese dejado estar.
Un melanoma no es más que un cáncer de piel, y como tal vuelve en muy poco tiempo si es mal tratado o mal operado. Lo bueno de este problema es que aplicando una buena dosis de prevención no tiene porque convertirse en enfermedad nunca.
Algunos consejos para evitar este tipo de enfermedad son:
- Evitar la exposición al sol (de 11 a 18 hs, en verano, ni salir a la calle, difícil de negociar con la flaca que le encanta tirarse como lagartija a tomar sol en verano, pero no el tiempo no le quedó otra más que acostumbrarse. Ahora lo hace sola).
- Si se está al sol utilizar pantalla solar factor 50 o superior (la que viene para bebes y sale una fortuna, esa. Es de una consistencia muy viscosa, similar al aceite de auto usado o al de una preparación de fino para hacer el revoque de una pared, lo bueno es que es impermeable, en realidad una vez puesta no te la sacas más, con virulana te tenes que pasar si queres recuperar tu piel debajo de esa capa de asfalto).
- Asistir a su dermatólogo de cabecera cada 6 meses (se reemplaza el médico de cabecera por un dermatólogo de cabecera. El problema de esto en mi caso es que el mío no acepta obra social, así que es un presupuesto, los especialistas siempre son más caros).
- Realizarse un Diar D (mapeo de los lunares del cuerpo, con fotitos y videos de los mismos) cada 2 años.
- Estar atento a los cambios de los lunares. Una deformación en la forma de los mismos (los cuales se convierten en figuras irregulabas), un cambio de color, la aparición de pigmentación de otro tono, dolor y picazón, todos son síntomas para tenerlos en cuenta y concurrir a la brevedad al médico (importante no dejarse estar, sólo la prevención puede ahorrarte una cicatriz que te atraviese media espalda, al menos que seas pirata y quieras fanfarronear con tus compañeros de naufragios, ahí es otra historia).
Hay distintos tipos de operaciones (de las cuales creo haberlas probado todas) para tratar estas imperfecciones. La tradicional siempre fue el famoso bisturí, un poco de anestesia local, te cortan un poquito, fuera el lunar, y dos o tres puntos para cerrar la herida. El problema de esta práctica es que debe realizarse por cirujanos expertos, caso contrario les quedará una marca más grande que la del cuello de Téves. Otro método es el bisturí eléctrico, un poco más avanzado, va cortando a la vez que va soldando la herida. El problema de este método es que soldar la herida no es otra cosa que quemar la carnecita, lo que lo convierte a uno en un pedazo de media res al asador, y lo peor es que uno huele bien!!! (esta técnica puede generar un ejercito de Hannibal Lecter convirtiendo las calles de Buenos Aires en una potencial cordillera de los Andes en la película “Viven”). Otro método es el láser, más avanzado y preciso que su precursor el bisturí con hojita de yilé, este método casi no deja marcas, aunque requiere de una infraestructura difícil de montar para un tradicional médico de barrio que atiende en un consultorio de 2 x 2. Otra alternativa al primer método es reemplazar los puntos de sutura por unas gotas de algún pegamento potente. Suele ser más rápido, pero con resultados imprevistos.
Nunca quise que Santi tuviese este problema, tampoco creo que mi viejo hubiese querido que sea así conmigo, pero los malditos genes mandan y parece que les encanta llevar lo malo de uno mismo a su prole.
Pero tampoco hagamos tanto drama por esto, en las imperfecciones del cuerpo reside la verdadera belleza, es lo que nos diferencian del resto de las personas (quien de ustedes puede mostrar con orgullo más de cien lunares en su cuerpo y más de 20 cicatrices, eh). Lo único que lamento es que tenga que cuidarse del sol (a veces el sol puede ser muy satisfactorio, hay pocas cosas tan placenteras como estar tirado en una plaza con el sol en la cara en una tarde de invierno), esos productos para protección personal son una verdadera tortura, son muy difíciles de aplicar y muy complicados de quitar. Por eso le tengo preparado a Santi una cuchara de albañil para su primer añito y una carta de disculpas por esta herencia maldita.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

No seas pájaro de mal agüero, a Santi sólo le apareció un lunar comun y silvestre, yo también tengo y no son malos. Por qué tiene que ser malo el de él?

Capitán Manija dijo...

por experiencia sabés q la mayoría de los lunares son buenos... no hay q preocuparse más de lo debido si no se termina alquilando una piecita al lado del consultorio...

la medicina se ha convertido en un negocio tan rentable que ya no se sabe cuándo estás enfermo de verdad y cuándo estás yendo al médico para que el chaval pueda pagar la cuota del auto y de la casa en mar de las pampas...

yo tmb cuando era chico tenía pecas, lunares, piel blanquícima q hacía q al sol me pusiera colorado y al otro día me estuviera pelando... todos me decían q me cuidara del sol, que bla bla bla... un verano me quemé tantas capas de piel q quedé medio marrón... ahora el tostado me dura un poco más que antes... y casi ni me pelo... lunares tengo, pero no he visitado al médico por el tema en mi vida... a veces hay que tomarlo con más calma porque vivitar demasiado al médico hace que tengas ganas de enfermarte porque no podés creer q vayas y t diga q está todo bien tons t enfermás así vas con razón...

santi es feliz, por lo tanto me juego todo a que es sano...

abrazo a toda la flía...

quito.