martes, 22 de julio de 2008

La pareja perfecta


Es increíble ver lo que Santi disfruta de su madre. Sé que parece algo obvio, lógico, natural, predecible en una relación madre-hijo, pero nunca vi tanto amor de ambas partes, desde ambos lados.
Existe una unión perfecta entre los dos, ambos se entienden, comprenden sus necesidades, se buscan, se acompañan, si eso no podemos definirlo como amor entonces no existe definición para esta palabra tan gastada.
Es increíble ver como se cruzan sus ojos, la sonrisa picara de Santi esperando la llegada instantánea de la sonrisa de su madre, la sonrisa de su madre provocando una oleada de carcajadas, y uno desde lejos como espectador de privilegio, siendo parte del paisaje, siendo parte del entorno, adornando lo perfecto.
El desea sin saberlo, ella brinda todo sin desearlo, él no necesita más que su afecto, ella afecta todo en su vida, es su vida, él es todo lo que ella alguna vez ha deseado.
Son momentos que se hacen eternos, son eternidades cuando se encuentran separados. Son el uno para el otro, son el pato y su madre cuidándolo debajo del brazo.
Son una pareja perfecta, aunque no lo sepan lo serán por siempre, sin tiempo, con futuro, sin pasado.
La flaca empezó a laburar, tomó una suplencia por unos días para ver si se sentía a gusto, si podía volver al ruedo, si se aguantaba no tenerlo a Santi todo el tiempo a su lado.
Santi se terminó enojando, si señores, enojando, seis meses y el tipito se enoja. Cuando llegaba la madre del trabajo simplemente la ignoraba, no le sonreía, no le respondía, simplemente miraba para otro lado, como si estuviese con un extraño. Golpe bajo si se puede dar, directo al corazón, sin protecciones, sin cuidados.
Cómo avisarle que la vida cambia, que no siempre podrá estar su madre a su lado. Cómo explicarle ahora o en un futuro que no todo es perfecto como ahora, que el amor exista aunque no lo veamos. Cómo decirle que su madre siempre lo querrá, este o no, que él siempre será su pato.
Difícil pensar en el futuro sin encontrarse con huecos imposibles de cruzarlos, difícil encarar esta tarea tan grata, tan gratificante, tan demandante, tan linda siempre y cuando ambos estén a mi lado.
Pero agradezco haber sido testigo de lo perfecto, de mi pato, de su madre, de lo que logran juntos sin siquiera intentarlo.

4 comentarios:

Luis Luchessi dijo...

Impresionante el pato! Es increible notar que detrás de los ademanes, las sonrisas y los llantos hay una persona que ya expresa lo que siente. Cada día está más hermoso el pato. Ya va llegar el tiempo en que crezca pero por ahora hay que disfrutar de todos estoy "pequeños" regalos de la vida y seguir adelante. Un abrazo egú y seguí así brindandonos toda esta alegría y sabiduría.

Capitán Manija dijo...

impresionante... la mayor envidia sana que cualquiera pueda sentir...

qué bueno que puedas disfrutar de éstas cosas... hay tanta gente que tiene este premio, esta oportunidad, y lo deja pasar como si fuera sólo una brisa...

abrazo gran egú!

quito.

Anónimo dijo...

Leer lo que escribis me emociona, me hace llorar.
Yo no puedo dejar de mirarlo, darle besos, me encanta verlo reir, ver que es feliz y que disfruta de las personas y las cosas que lo rodean.
Me cuesta expresar mis sentimientos pero a él, LO AMO.
Ah! te olvidaste, cuando estaba enojado conmigo porque fui a trabajar, tampoco queria comer, pasaba siete horas sin tomar nada, esperando que yo llegara, para hacerme sentir culpable y preocupada toda la mañana.
Die, me encanta compartir con vos el crecimiento de nuestro hijo. Los quiero muchísimo.
Ceci

Anónimo dijo...
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