Pasado, presente, futuro

Uno vive añorando los momentos pasados, esperando los futuros y desperdiciando los presentes, es una fija que deja pasar la vida sin caer en cuenta que la esta viviendo. Es como disfrutar el contar la película que vimos en el cine más que disfrutarla cuando la estamos viendo en realidad.
El futuro es incierto, pero trae esperanza de cambios, nuevas posibilidades, nuevas aventuras, historias por escribir y andar. Trae dudas, preocupaciones, el famoso que dirán, lo haré bien, lo podré lograr; todas preguntas sin respuestas, sin sentido para el presente que no se llega a disfrutar.
El pasado no deja de ser una vieja anécdota que puede robarte una sonrisa de vez en cuando, pero solo es eso, un recuerdo, una foto gastada, un canción que me suena de haberla escuchado, un aroma gastado, una mezcla de sensaciones disfrazadas por el tiempo, una mentida a la memoria acomodada a nuestra conveniencia.
El presente me gusta más, la factura que me estoy comiendo, el mate cocido con leche que me estoy tomando, el mail que estoy escribiendo, eso es lo importante, lo que realmente se rescata de esta vida, por eso estoy en contra de las comidas diet, de las bebidas sin gusto, de las acciones sin ganas; si no saboreamos el gusto del momento el mismo se pasa, solo una pequeña parte perdura, pero jamás se repite por más fuertes que sean las ganas.
No puedo creer como nos cambió la vida en tan poco tiempo, como antes estabas en la panza, luego ocupaste una pequeña parte de mi brazo y hoy repartís sonrisas a valsaba. No hace mucho, solo ayer tenías los ojos pegoteados, te trajeron a la vida sin que lo pidieras, sin pretender nada. Hoy sos todo cuando te siento a mi lado, sos lo mejor de mis noches, de mis días, sos lo que complementa mi alma.
El futuro no me preocupa, lo espero, sin ansias y con pocas expectativas, pero quiera o no va a llegar; el pasado lo recuerdo, rescato lo mejor de cada momento, imito lo bueno, rechazo lo absurdo y sin sentido; el presente lo disfruto, lo quiero, lo siento.
Por eso les recomiendo que se compren unas facturas, que se preparen unos mates, que miren a los ojos a sus hijos, a sus amigos, a su amada, que se tomen el tiempo de olerlos, acariciarlos, disfrutarlos, vivirlos, amarlos, por que lamentablemente todo pasa.