Ayer hablando con el flaco Lopez, caí en la cuenta que la belleza no existe en realidad, es solo una ilusión, una mezcla de sentimientos junto a la búsqueda de un modelo que nos imponen día a día. Él aseguraba que su hija en el momento de nacer era una monita, una cosa horrible, pelos por todas partes, negrita, horrible, sin embargo por cortesía o simple falsedad todos los que la conocían decían que rea una beba hermosa. El garantizaba que un gran porcentaje mentía, hablaba por hablar, como hacemos la mayoría en esos casos, pero que había una minoría que realmente pensaba que era linda, que como le podía gustar una cosa tan fea.
Yo desde el primer momento que vi a mi hijo me pareció perfecto, no logro encontrarle fallas, esta cada día más lindo, no deja de mejorar. Pero todo esta visión es desde los ojos del padre, uno lo mira a través de los cristales del amor, el mayor engaño que podemos sufrir y sin embargo lo aceptamos sin bacilar.
Nunca creí en realidad en la belleza física, lo primeros 5 segundos de conocer a una persona te indican si te gusta físicamente en realidad. Luego de ese tiempo empiezan a influir otros factores, simpatía, gracia, actitud, personalidad, un sin fin de cualidades que deforman la imagen virgen de belleza que tuvimos por un pequeño instante de esa persona.
Hubo mujeres que conocí en mi vida que me parecían realmente hermosas, eran lo máximo en belleza veinte metros más allá, sin acercarse demasiado, cuando empezamos a hablar uno descubre realmente a la persona, esa imagen se convierte en realidad, lo bajas del pedestal para ponerlo en la tierra y algunas veces hasta lo queres enterrar.
Caso contrario me han sucedido miles, personas que son muy flacas o muy gordas, o feas de aspecto, pero que al conocerlas no te pueden dejar de gustar. Cuando te preguntan sobre esa persona decís que es una hermosa persona, pero no es una visión objetiva la que habla, son los afectos que superan a la realidad.
A parte convengamos que los modelos de belleza cambian constantemente, de generación en generación. Aseguran que en la época de Da Vinci la Mona Lisa era el modelo de belleza actual, muchos cuadros de la época retractaban a la mujer perfecta como aquella de grandes proporciones, casi todas tirando a lo que denominamos hoy en día gorditas, rostros redondos, miradas inocentes y tímidas. Hoy nos imponen que hay que ser delgado, mientras más pegado al hueso la piel, más se acepta esa imagen en la categoría de ideal. Uno debe ser joven, flaco, musculoso, tez blanca, sin defectos, sin lunares, pecas o granos, peinarse como lo hacen los demás, vestirse a la moda, ser un poco rebelde sin pasarse por que queda mal, una serie de factores que son impuestos a través de la publicidad, una serie de mentiras que tratan de convencernos de que eso es la realidad, de que ese es el camino a la felicidad.
El cuerpo humano es tan variado como humanos hay en el mundo, el querer encasillarnos en la imagen que nos venden es mentirnos a nosotros mismos, no ponerse a razonar. Que importa si estoy gordito o me peino con jopo (que se dejo de usar en la década del 50), que importa si me pongo zapatos y camisa lisa, y no las arrugadas con zapatillas de la vidriera que salen lo mismo que el alquiler de mi casa. Por que debemos tener un auto con estilo, qué, mi viejo Renault 9 modelo 93 no te puede llevar? No te puede dejar en la puerta de un boliche? No te puede devolver a tu casa luego de una noche más? Por que nos vestimos todos iguales, y cambiamos de vestuario como mi hijo de pañal. Por que este mundo es tan cerrado y solo logra que algunos se obsesionen, provocando enfermedades por su imagen, condenando a una generación a ser esclavos de lo actual. Es un genocidio del libre albedrío, es un genocidio al gusto propio, a lo espontáneo, a la individualidad.
Esperemos que esto cambie pronto, no quiero que mi hijo viva en una matriz de consumismo, que sea un automático más atrás de la imagen que le impongan, frustrado por no poderla alcanzar.
martes, 5 de febrero de 2008
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1 comentario:
hice un dibujo una vez... de alguien... una mujer que quizá no se pareciera a la que quise retratar... quizá si... un día alguien me ofreció mostrar mis cuadros en un evento... puse varios, y entre ellos ese... como no quería que digan qué linda mina o qué fea mina, sobre la firma puse algo que me había conmovido hacía unos años... esta frase dio en la tecla con lo que yo pensaba... esta frase definía el porqué del amor para cualquier persona, sea cual sea su color, sus rasgos, su contextura física...
esta frase decía:
"la verdadera belleza reside en el corazón de quien la contempla"...
quito.
www.brodeldiome.com.ar
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