Con estas humildes líneas quiero homenajear a todos aquellos caídos en acción, que han abandonado sus ideologías, su teología, su honor, por no haber podido soportar esta situación extrema.
Se que no es fácil tolerar las presiones del ambientes. La televisión, los medios gráficos, la familia, la propia mujer y hasta algunos amigos traidores no dejan de bombardearnos con sus comentarios constantes e insistentes a cerca de la estética personal, la salud propia, la longevidad del cuerpo humano y demás artilugios que me niego a aceptar.
Se que he nacido en una era de productos Light, 0 %, comidas vegetarianas, bajas calorías, donde las palabras grasa y fritura son tabú, pero me niego a aceptar el no poder disfrutar de una Napo con frita sin culpas. No busco ser un modelo ni tener un cuerpo atlético, solo quiero disfrutar de lo que estoy comiendo sin morir en el intento, sin preocuparme por cuantas calorías tiene.
Así que esto es un llamado de atención a todos mis compañeros oprimidos, que tienen que lidiar con las verduras en la mesa, que abandonaron la cerveza y el fernet dejando avanzar las tropas de las aguas saborizadas y los yogures 0%. Necesitamos un único grito que nos una hoy más que nunca, que se escuche en cada rincón de los bodegones y los restaurantes porteños, para acabar ya mismo con el flagelo de lo diet:
MUERTE A LA ACELGA, ARRIBA LA PAPA FRITA, MUERTE A LA PECHUGA GRILLE, ARRIBA LA NAPO
(Homenaje a Ariel, te extrañaremos de este lado)
martes, 31 de julio de 2007
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1 comentario:
Mientras existan en el mundo los chipá de tu mujer, nadie podrá comer solo vegetales. Igual a Ari dejalo tranquilo de este lado... que lo estamos cuidando bien. Salvo hoy, que comió zanahoria y todavía no se siente bien. Abrazo grande
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