Me suena el celular, el número de la Flaca. Atiendo y Santi del otro lado con ganas de alegrarme la mañana. Hace casi una semana que está castigado sin poder usar la tablet porque se levantaba a las 8:30 de la mañana, no se vestía, no desayunaba, simplemente se ponía a jugar a los jueguitos. La madre se cansó y lo castigó. Él está convencido de que su castigo es injusto, aunque sea exagerado y trata de convencerme a diario de ello, como si yo fuese el juez en medio de un litigio.
- Escuchame Pa - comenzó a decirme Santi sin siquiera saludarme cuando atendí el teléfono - mami me tiene que cortar las uñas hace una semana y tampoco lo hace porque está haciendo otras cosas.
- No sé de qué me estas hablando hijo - me defiendo desconcertado por su planteo.
- Que si ella no cumple y no tiene castigo ¿por qué me castigan a mi cuando no hago las cosas?
Ahí caí en lo que me estaba planteando y me empecé a morir de risa en medio de la oficina. ¿Cuántos pibes de 8 años llaman a su padre a las 9 y pico de la mañana para plantearle una defensa de sus derechos? Mientras él seguía hablando:
- No es justo Pa, yo creo que debería usar la Tablet o a lo sumo que me reduzcan días.
- Bueno hijo, después llego a casa y lo hablamos en persona.
- Pero lo hablamos entre nosotros eh, si le decimos a mami se enoja conmigo de nuevo y me vuelve a castigar - no solo defiende su caso, sino que sabe a quien planteárselo para poder ganarlo
Es un pichón de abogado con tan solo 8 años. Espero que me defienda en algunos años.
miércoles, 24 de febrero de 2016
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