El flaco, en un determinado momento de su vida, fue el representante de la lotería chaqueña y formoseña de todo el norte de la provincia de Misiones.
Para cada sorteo recorría las ciudades que lo llevaban desde Iguazú hasta Eldorado recogiendo los extractos para las devoluciones y el dinero de lo vendido.
Particularmente ese año fue un año muy bueno para la lotería de la provincia, se vendieron los extractos por toneladas, en la agencia del flaco había cajas llenas de billetes para devolución y llenas de dinero, no daban a basto entre toda la familia para acomodar el dinero, mucho menos controlarlo o guardarlo.
El día anterior al cierre de la lotería, el flaco salió a recorrer en auto las ciudades vecinas, recogiendo los pocos extractos que faltaban devolver. En la ruta noto que su auto se movía más de lo normal, un bamboleo de lado a lado lo persuadió de que algo no andaba bien, y aparte, se había producido un corte de luz muy grande en toda la zona.
Por precaución decidió volver y ver como andaban las cosas.
Su agencia de Lotería estaba ubicada en una esquina estratégica del centro de la ciudad, formaba un triangulo con vista a las dos calles laterales.
Al llegar a la agencia se encontró con un panorama desastroso y desalentador. Por el medio de la ciudad había pasado un tornado agarrando solamente su local y un ombú de la plaza central. Del local no quedó nada, el tornado había barrido con vidrios, techos, inmobiliario, llevándose todas las boletas de lotería para las devoluciones y el dinero de lo recaudado. El flaco le pidió una camioneta prestada a un amigo y empezó a recorrer la ciudad intentando recuperar lo que se pudiese. Llegaron a encontrar boletas a más de diez kilómetros de distancia de la agencia.
El flaco calcula que las pérdidas alcanzaban para comprar once ceros kilómetros de la época. Para colmo de males lotería y casino le reclamo hasta el último centavo de lo perdido, lo que el flaco pagó luego de varias refinanciaciones y créditos de por medio, no por miedo a las deudas, sino que estaba en juego una chacra del suegro que había quedado como garantía. El flaco calcula que con lo que le pagó a lotería le hubiese comprado dos chacras iguales o mejores al suegro, pero la inexperiencia pudo más y termino pagando la deuda íntegramente.
jueves, 21 de febrero de 2008
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2 comentarios:
Encontramos de quien Egu heredó su suerte entonces! Bueno, si no me equivoco cuando nosotros fuimos a Misiones paramos en la casa del flaco con la familia de Carla, en ese año las cataratas se secaron y todos se lo adujimos a Car, que ya ha hecho estragos en varios destinos turísticos (en Bariloche cuando fue desapareció la nieve, entre otros) así que podemos decir que lo de la suerte es herencia de familia?
Si hay algo que no me creo es esto de que egú ya hace casi tres años que trabaja en sistemas... será que está rompiendo el mito?
Ahora, yo me pregunto... el flaco lopez es pariente tuyo egú? o este tornado cumplió con los designios de Dios con eso de que "Dios lo caga y el viento los amontona"?
excelentes historias las del flaco...
un abrazo...
quito.
www.brodeldiome.com.ar
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