viernes, 10 de agosto de 2007

Mis sobrenombres

Algunos se preguntarán porque mi página se llama los caminos de Egu Rondita. O no se lo preguntaron por que realmente no vale la pena preguntar pavadas que a nadie le interesa, pero no me importa se los voy a contar igual.
Egu y Rondita son dos de los sobrenombres con los que me conocen mis compañeros de trabajo y como ellos fueron los que me motivaron a generar este blog no podía dejar de homenajearlos de esta manera (si ya se, homenajearlos ante quien si solo son ellos lo que lo leen, pero no me importa, algún día trascenderé las fronteras de este edificio y seré famoso en la internet, mi blog tendrá más visitas que la edición on-line del Clarín o la página de Pamela Anderson y cuando vengan a pedirme un autógrafo digital, minga se los voy a dar).
Cuando trabajaba en el banco tuvieron que crearme una cuenta de usuario para uso personal, vaya uno a saber por que razón (yo calculo por que el corrector ortográfico del Word modifica automáticamente la palabra Rondina por Rondita) se equivocaron en mi nombre y le pusieron Rondita, como tardaban mucho tiempo en corregirlo use la cuenta de esa manera. De ahí en más todo lo que hice en el banco no lo hice yo sino el señor Rondita, y de manera cariñosa mis compañeros empezaron a llamarme de esa manera.
Lo de Egu surge de un problema de dicción que tengo. Cuando llamaba a mi jefe, que por cierto se llama Diego, le decía algo como Dieeguuuo (si, difícil de creer pero lo llamaba así), por audición sonaba algo con Egu y parte de mis compañeros empezaron a llamarme de esa manera. El problema con las palabras no lo tengo de ahora, no se crean, hasta los siete años no pude pronunciar la R con normalidad. Después de infinidad de sesiones de tortura obligándome a decir ruedan las ruedas del ferro carril (donde yo repetía duedan las duedas del fedo cadil) termine por aprenderlo, hasta llego a exagerarlo la mayoría de las veces, pero más vale que sobre y no que falte dice la dima, perdón, la rima.
Otro sobrenombre que me he ganado a lo largo de mi vida fue el de Abuelo, no tanto por mi edad (ni mucho menos por que tenga muchos nietos) sino por mi condición física. En mi adolescencia mi casa era un lugar de reunión para todos los chicos del barrio. Teníamos mesa de ping pong y un quincho en construcción, el cual improvisábamos como cancha de fútbol 5, así que todos venían a jugar y se armaban hermosos encuentros deportivos, mientras yo cebaba mates y los miraba tirado en la reposera. Muchas veces se armaban grandes mateadas en el living de mi casa, mientras en el sofá cama yo dormía la siesta (no es fácil ser anfitrión, cansa mucho), gran parte de mi adolescencia la pase tirado en ese sillón cama de color verde, que recuerdos. Todavía hoy, gran parte de los chicos del barrio y la mayoría de los padres de ellos me siguen llamando abuelo, desconociendo mi verdadero nombre.
Otra forma en que me llamaban de chico era Guchi. Vaya uno a saber por que guchi, pero descarto rotundamente un sobrenombre tan afeminado, sin importar la razón del mismo, es más, solo se los comento por que no hay que avergonzarse de su pasado sino moría en la tumba conmigo.
Quizás el más erróneo de los sobrenombre actuales que tengo es el de flaco, cuando medía 1,83 y pesaba 69 kilos era totalmente aceptable, pero hoy en día con mis vigorosos 95 kilos a cuesta, solo queda el sobrenombre de aquellos días, igual así estoy más lindo (eso es lo que me dice mi mamá siempre).
Espero que se prendan y me cuenten un poco de sus propios sobrenombres, de cómo nacieron y como fueron evolucionando con el tiempo. No me hagan escribir todo a mi que me canso y tengo que ir a dormirme una siestita.

(Cantidad de faltas ortográficas detectadas por el Word = 6. Si 6, o sea que me saque un 4, grande Diego, es el primero que aprobas)

2 comentarios:

Capitán Manija dijo...

bueno... lo de abuelo lo entiendo porque ampliamente tu genética te impide realizar grandes esfuerzos (y por lo visto tu hij@ tendrá la misma actitud... jaja... eso será bueno para vos en sus primeros añitos de vida!!!)...
en cuanto al Egúu creo que lo explicaste más que bien... pero agrego que no sólo decías Dieguuuu, sino que también decías Quituuuuu, o Leuuuuu... por eso te quedó el sobrenombre más que original (jeje, modestia aparte)...
ae dicen "quito", desde 5to grado de primaria maso, cuando el padre de un amigo me decía "estebaquito" a cada rato y me molestaba mucho... resulta que sabiendo que me molestaba otro amigo empezó a llamarme así, y pronto empezó a decirme "quitopa", "quitopaulo", etc... (me llama esteban pablo, por eso lo de quitopa...)... hasta que al final me quedó el quito por el que me conocen la mayoría de las personas... es más... cierta vez publiqué unos cuadros en arrecifes y al rato me encontré con un amigo al que le comenté sobre la muestra, y él me contestó que no los había visto... cuando le expliqué cuáles era me dijo "ahh, sí, los ví... no sabía que vos te llamabas esteban demaestri"...
eso explica cómo muchas veces un sobrenombre supera hasta a la propia persona...
muy bueno egúu, me gusta mucho que le pongas tantas ganas a la escritura...
abrazo.
quito.

LeO dijo...

Kone: es porque durante mucho tiempo solo comía ensaladas con zanahoria. Lo de la K en vez de la C es por mi apellido. También lo del conejo tiene que ver con cómo corro, pero eso es otra historia.

Abrazo, Egu!