viernes, 3 de agosto de 2007

Mi experiencia con los deportes

Los deportes siempre fueron una parte muy importante en mi vida, mala pero importante.
A lo primero que me dediqué fue a la natación de manera profesional. Todavía vivíamos en Misiones e íbamos al club de barrio, el cual contaba con una pileta olímpica. Como las clases eran gratis y en verano si no estas sumergido en el agua te derretís, mi madre decidió enviarme a la misma. Fueron pasando los meses y luego de adquirir las distintas técnicas de nado (menos mariposa, el solo nombre del estilo me da cosita, a ver si me termina gustando) y empezó mi carrera profesional. La misma tuvo la larga lista de dos carreras, de las cuales rescate dos medallas de plata, un promedio que no esta para nada mal (segundo puesto para los que no manejan la jerga olímpica como uno). La primera carrera corríamos entre dos y, lógico, salí segundo, y en la segunda éramos cuatro, tres mujeres y yo, las cuales creo que eran menores a mi (yo tenia cinco años, ellas tendrían tres o cuatro) y también salí segundo (no vale competir con mujeres, son más flaquitas y más livianitas así pueden nadar más rápido, que piolas). Pero por una cuestión de que se entregan medallas a todos los participantes, por que todavía éramos chicos, obtuve mis primeras medallas.
Una habilidad innata que poseía de chico era la velocidad al correr. Siempre en el patio del jardín se organizaban carreras y la gran mayoría de las veces resultaba victorioso por un amplio margen. Por ese entonces era un pequeño bastante inquieto y vigoroso pero luego de caerme de un árbol, por hacer piruetas (para impresionar vaya uno a saber a quien), me quebré el brazo y perdí toda la habilidad atlética que tenía.
Cuando llegamos a La Plata, ya tendría ocho o nueve años, empecé a jugar al fútbol. Como no tenía ni idea del puesto en el cual jugar, me pusieron como puntero izquierda. De los dos años que jugué en ese club, nunca llegué a jugar un partido completo. Yo era de los suplentes que ponían faltando cinco minutos para que termine el partido por que lo obligaban al entrenador a poner a todos los jugadores sino el club sufría una multa. La única vez que convertí goles fue en el único partido que mi viejo fue a verme jugar, se había lesionado el delantero titular a pocos minutos del inicio del partido y me pusieron a mi, donde demostrando mis habilidades llegué a convertir dos hermosos goles, en uno había quedado solo frente al arquero mientras la pelota bajaba de un centro largo, me di vuelta como para cabecearla pero le erré y terminé pegándole con la espalda desconcertando al arquero contrario y convirtiendo el primer gol de mi carrera, el segundo fue un corner que llegue a cabecear y luego de pegarle a dos defensores contrarios ingresó en el arco, pero como le pegue yo contó a mi favor, de todas maneras terminamos perdiendo el partido por tres a dos, quedando mis goles solo para las estadísticas. De mi paso por ese club rescato dos trofeos. Recuerdo que el equipo de mi hermano salía siempre primero o segundo y cada uno de ellos recibía unos trofeos hermosos, grandotes, con pelotitas y jugadores, base de mármol, de todo. El equipo mío nunca obtuvo una mejor posición que un anteúltimo puesto, pero como éramos chicos teníamos premio igual, un mini trofeo con un jugador medio deforme al que le faltaba una pierna y creo que jugaba al básquet en vez de al fútbol. Luego de tres temporadas, cansado de tantos insultos (los de mi misma hinchada), me retire del puesto de delantero.
Al poco tiempo descubrí que tenía habilidades para atajar, puesto que tendría de ahí en más cada vez que jugase al fútbol. Lo raro de mi era que siempre tenía un muy buen comienzo en cualquiera de los clubes en donde ataje. En las pruebas de puestos y en los primeros partidos era realmente brillante, una verdadera muralla en el arco, me llevaba todos los elogios y terminaba por robarle el puesto al arquero que estuviese en ese momento. Pero vaya uno a saber porque, siempre mi calidad decaía con el tiempo, llegando a ser muy, pero muy malo, teniendo que abandonar el club tratando de evitar la lluvia de piedras. Mi peor partido tiene ligado un record de once goles, dos de los cuales fueron en contra (o sea, me los metía yo mismo, no mis jugadores), marca hasta hoy insuperable en el club (tienen una foto mía en la galería de la gloria del club, con un circulo rojo y una raya en diagonal tachando mi rostro). Todavía hoy me pasa que las primeas veces que vamos a jugar al fútbol con los compañeros nuevos de trabajo o algún grupo nuevo, sobresale mi habilidad y la misma va decayendo hasta el momento que me dicen no vengas más (o me siguen dejando ir por que no llegan a juntar la cantidad necesarias de jugadores para pagar la cancha, pero me excluyen a un costadito).
En una época se me dio por jugar al básquet. Ingrese como premini en un club muy importante (varios campeonatos en básquet amateur). No les voy a decir que era un crack pero me las rebuscaba muy bien. El problema fue que había que pagar una cuota de socio para jugar y como no teníamos un mango terminé dejándolo. Luego, ya en la universidad, empecé a frecuentar los campos de entrenamiento de básquet de los clubes, donde se armaban muy buenos partidos, yo tenía una excelente calidad a la hora de hacer triples pero como no puedo saltar (lo máximo que llego con siete centímetros del piso) no servía para mucho así que termine por dejarlo.
Creo que en lo que más cómodo me siento son los deportes con raquetas o paletas. Hice la prueba con tenis, padle, squash, babintong y ping pong. El tenis siempre lo descarte por los altos costos que implica (alquiler de cancha, alquiler de raquetas, binchita para el pelo, bebida energizante, etc), solo jugaba cuando me invitaban o cuando cerraba el club del barrio donde tenía un conocido que trabajaba manteniendo las canchas, entonces cuando cerraban aprovechábamos y jugábamos un poco. Al padle todavía hoy sigo jugándolo, el problema es que no conozco mucha gente que le guste, lo que hace que no lo frecuente demasiado (es el juego ideal para mi, una vez que aprendes a jugarlo no tenés que moverte de la cancha, que mejor que hacer deporte sin esforzarte, perfecto). El equipo de babintong (las raquetas con palito largo y parte para pegarle chiquita, la red como la de voley pero para este juego y las pelotitas con punta de goma y plumas en la base) nos lo robaron, y vaya uno a saber donde habrá un club que se juegue a eso, es más, ni siquiera se como pronunciarlo como para preguntar. Al ping pong aprendí a jugarlo porque tuvimos mesa mucho tiempo. Primero improvisamos una con la mesa de mi casa y libros como red, pero luego de varias ralladuras mi vieja nos prohibió usarla, después llegaría el regalo de un amigo de mi viejo, el hombre se mudaba a un departamento y se le complicaba para llevarse la mesa, por lo que la adoptamos y empezamos a jugar de enserio, lastima que la misma se fue deteriorando por la humedad y la lluvia y se le empezaron a formar bolas por todas parte y empezó a ondularse, lo cual dificultaba mucho el juego (no saben lo difícil que es jugar cuando la bola tiene una dirección de destino aleatoria, era adivinar a donde iba la pelota en vez de pegarle a la misma). Tiempo después conseguí comprar una en un remate, la cual todavía esta en la casa de mis viejos, el problema es que los rivales fueron desapareciendo o se fueron lesionando (todas excusas para no enfrentarme) y la mesa paso al olvido. Al squash iba a jugar con un compañero de la facultad, yo sin tener idea y el con bastante experiencia, por lo que los partidos eran muy desparejos, luego de la tercera vez empecé a ganarle, y por robo, lo que motivo a una serie de excusas para no enfrentarme más provocando mi despedida anticipada de las canchas.
Otros deportes que he hecho sin mayores logros fueron handball, béisbol y voley (para no perder la fama obtenida hasta el momento, jugaba mal a cada uno de estos deportes).
Creo que he llegado a practicar un montón de deportes sin llegar a destacarme en ninguno (soy un tipo muy perseverante por lo que notarán), pero las esperanzas son lo último que se pierden y sigo buscando aquel deporte donde pueda consagrarme y ganar millones de dólares, fama y mujeres.

(Cantidad de faltas detectadas por el Word = 28)

1 comentario:

Anónimo dijo...

jajaja .. todo un profesional en el deporte Egu!!! seguí así..todo mi apoyo..eso si...no dejes de contarnos y escribirlo en el blog!!!!!! -- Lula.