Un tema difícil de tratar – 2da parte - Mi opinión

Alguna vez leí algo de Felipe Piña que me quedó gravado. Él argumentaba que sus colegas historiadores lo rechazaban por su forma de contar las cosas, por tratar de encarar la historia desde un punto de vista distinto, más ameno. Le decían que la historia era un tema del que no se discutía, se aceptaba uno de los puntos de vista y listo. El proponía el debate, decía con toda razón, que la historia no es una ciencia exacta, que hay tantos punto de vistas como personas que la han vivido, que solo a través del debate podían llegarse a conclusiones válidas, que intentaba que la juventud salga de su letargo y se interese un poco más por algo tan nuestro como son nuestras raíces.
Yo pienso que lo mismo debe hacerse con el tema religión. Desde que nacemos se nos impone que la cosa es así o asa, que existe una única verdad absoluta y que por casualidad es la nuestra, que el resto de las culturas del mundo están equivocadas y caminan por la senda de la perdición. Se nos orienta para un determinado lado y cada vez que tratamos desviarnos un poco, de ver para un lado distintos, solo recibimos reproches y golpes para corregirnos, somos como esos caballos con viseras a los costados a los que no se les deja ver más que al frente, sólo lo que quieran que veamos.
Siempre la religión me pareció un tema atrapante, como nacieron, porqué, cuantas hay en el mundo, que cosas tienen en común y que las separan. Solo encuentro que hay tantos puntos de vista como personas en el mundo hay.
Daría toda la impresión de que ser de una religión es como ser de un equipo de fútbol, nacés de uno determinado que suele ser el mismo de tu padre y tus hermanos, te juntas con los que son del mismo bando que el tuyo, criticas al bando contrario, siempre vas a defender a tu equipo aunque el mismo ande mal o este equivocado, nacimos así y moriremos así. A mi en realidad me gusta el fútbol, si gana uno u otro debería darme igual, debería disfrutar de cualquier partido sin importar quien juegue, por que no se puede hacer lo mismo con la religión, que nos impide participar de ceremonias de otras religiones distintas a la nuestra, porque no podemos disfrutar de todas por igual, sacar lo mejor de cada una si en realidad no tenemos nada que perder, en religión no hay ganadores o perdedores solo creyentes.
Lo primero que deberíamos aprender al respecto es a valorar la opinión ajena, a respetar sus creencias sin importar las diferencias con la nuestra. Deberíamos aprender a escuchar y no a imponer nuestro punto de vista, nadie tiene la verdad absoluta en el tema y quizás no exista esa verdad.
La religión fue siempre la mayor excusa jamás inventada para todas las atrocidades que se cometieron en la historia de la humanidad. La palabra hereje siempre fue un permiso para hacer lo que se quiera sin sufrir el correspondiente castigo. Las cruzadas, la inquisición, el holocausto, fueron todas atrocidades realizadas en nombre de la religión, todas formas de obtener poder y fortuna en nombre de una causa totalmente errónea.
Un ejemplo de su propia contrariedad son las viejas imágenes de la segunda guerra mundial. El ver a los obispos bendiciendo y pidiendo por la victoria de las tropas aliadas y del otro lado ver a los obispos de la misma religión bendiciendo y pidiendo por la victoria de las tropas del eje demuestra que ni ellos mismos saben que quieren. No esta mal ponerse de un lado, pero muchachos pónganse de acuerdo, no se puede apostar al rojo y al negro a la vez y esperar que alguno de los dos gane y después decir nosotros ganamos, es una total hipocresía.
Varias religiones tienen al mismo Dios en común, las mismas reglas, las mismas bases, sin embargo ellas mismas se consideran totalmente opuestas entre si y consideran que la otra esta totalmente equivocada. Por que ese cerramiento mental, porque esa forma de ver un cuadrado donde existe un cubo, por que nunca lo intentan descubrir, solo les interesa discutir y defender su lado sobre los demás.
Todas proponen ciertas reglas de convivencia que ellas mismas no ponen en práctica, el amor al prójimo y la tolerancia hacia los demás son lindas palabras para pronunciarlas pero nadie hace nada para ponerlas en marcha.
Vivimos en un mundo de información, el cual hace unos pocos años no era ni siquiera imaginado. Tenemos al alcance del doble clic la posibilidad de conocer las creencias de todo el mundo, la posibilidad de aprender de los demás, de tomar lo mejor de cada uno para hacer algo perfecto.
Un amigo me dijo que la religión dentro de uno, en su propia alma, que solo hay que saberla descubrir, tener ganas de buscarla, que uno es el que lleva a Dios en su interior, que las instituciones no sirven, que no llevan a nada.
Quizás nosotros ya estemos condenados a esta cajita de cartón que no nos deja escapar, solo pido que la generación de mi hijo haga la diferencias, que se terminen las excusas, que haya un cambio de verdad, que puedan lograr una unión verdadera, que se logre tolerancia y paz, sueno como una modelo en la final de miss universo, ¿pero será tan difícil poderlo lograr?.